Pese a que mi batalla está muy lejos de tener relación con la sequedad, he observado que a mi alrededor hay cada vez más gente con ese problema, de hecho con la edad lo normal es que la piel se vaya secando más y nos olvidemos de las zonas grasas, granitos y demás.
Son pieles finas y con más tendencia a las arrugas y a la pérdida de tono, la sensación es de calor, picor y descamación pero, como casi todo, podemos llegar a conocerla y tratarla para que luzca radiante y se minimicen todas las molestias.
Lo primordial es que, si para nosotros realmente se ha convertido en un problema que queremos atajar, debemos olvidar la pereza a la hora de cuidarla. Necesita ser mimada y estar pendientes de las sensaciones que vamos teniendo, aliviarla cuando lo necesita y tener paciencia para llegar al equilibrio de una piel sana, con luz y jugosa.
El tiempo bajo la ducha no debe ser excesivo, como 5 minutos, y con el agua templada mientras limpiamos nuestra piel con geles sin perfumes e hidratantes, con alto contenido en lípidos (feamente llamados grasas) y glicerinas, lanolina…
Al salir no debemos dejar que pasen más de 3 minutos en aplicarnos la loción corporal y la hidratante facial, tengamos en cuenta en durante la limpieza nuestros poros se abren y desde ese momento el agua de nuestro cuerpo se está escapando literalmente. Así que nos secamos suavemente con toquecitos y dejando la piel aún húmeda comenzamos el proceso de hidratación.
Recomiendo una o dos veces por semana hacernos un baño “bomba de nutrición”. Lo podéis conseguir llenado la bañera con geles muy hidratantes, bombas de baño con aceites esenciales, etc y disfrutar de ellos durante 10 minutos mientras os olvidáis del mundo.
Al salir y después del secado habitual, sustituir la loción que uséis normalmente por aceite corporal tipo Jonhson´s Baby o alguna que os encante y embadurnaros bien.
A diferencia de las cremas hidratantes que lo que hacen es aportar hidratación, lo que conseguimos con los aceites es retener, creando una película que evitará que perdamos agua y grasas naturales de nuestra piel y se rompa el manto ácido.
¿Qué es el manto ácido? Es una combinación de sebo y el sudor que producimos para regular el PH. Nuestro PH es ácido, el de el agua y los jabones es alcalino, por eso la limpieza con estos productos desequilibra nuestro PH óptimo y rompe el manto dejando la piel desprotegida, seca y con esa desagradable sensación de rotura en cualquier momento.
En cuanto al rostro y su limpieza, hay que olvidarse de barras de jabón o cualquier limpiador que lo lleve entre sus componentes. Lo ideal es utilizar leches limpiadoras con un algodón y después finalizar con un agua micelar específica para pieles secas que deje la piel fresca y sin tirantez antes de acostarnos y por la mañana bastará solo con el agua micelar y la después aplicar la hidratante.
¿Cómo debe ser esta hidratante? Al igual que la loción corporal debe contener agentes nutrientes como glicerinas y demás, aceites naturales, ceramidas, ácido hialurónico y lípidos. Yo aconsejaría huir de cremas que contengan otros ácidos (como el retinol) y sus derivados, ya que pueden provocar gran reactividad en pieles secas y sensibles de manera continuada, así que de manera puntual sería razonable pero nunca en nuestra crema diaria. Por supuesto nada de alcohol en las formulaciones, en ocasiones es fácil de localizar porque viene escrito tal cual pero a veces figura como palabra compuesta. Seguro que lo encontráis rápido para huir de él ;). Y ojo con los sulfatos, vigiladlos en los geles, limpiadores, champús… no son excesivamente malos, pero es lo que se usa para que se cree espuma y se realice una limpieza profunda que puede resecar aún más o incluso producir un efecto rebote con una exagerada producción de sebo que tampoco queremos.
Un consejo muy útil es llevar siempre en el bolso un bote pequeño de agua termal para que podáis aliviar vuestro rostro en los meses calurosos, la piel se refrescará y no os debéis preocupar por si os echa a perder el maquillaje ya que es una fina bruma que cae sobre la piel y se absorbe rápido. En invierno os recomiendo sustituirlo por un botecito de el aceite que prefiráis: rosa mosqueta, argán, almendras… en caso de necesidad aplicaos unas gotas en la mano y pasadla por el rostro con suaves fricciones para que penetre bien y equilibre haciendo que sintáis alivio inmediato. Cualquiera de las dos cosas se pueden hacer las veces que haga falta y creedme que se nota, es un plus.
¿Tenéis algún truco extra para la sequedad? ¿Vuestra piel siempre ha sido así? ¿Notáis que también es bastante reactiva o sólo acartonamiento? Contadme, espero que esta entrada os haya ayudado y que disfrutéis de las aportaciones
SinComentarios